Comprando collares de coco en La Salada, nos cruzamos con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien nos concedió unas jugosas respuestas mientras regateaba con los vendedores .
The Imagini's Herald: ¿Cómo le fue en Rusia, presidenta?
Cristina Fernández de Kirchner: Muy bien, aunque estos rusos no están a la moda, no saben que el frío ya está out, que es tiempo de pasear en bikini y chancletas.
TIH: En verdad, ¿cree en un mundo multipolar como afirmó en su llegada a Moscú?
CFK: ¿Vos esperás que yo me burle de la caída del muro y la derrota de la guerra fría? Tengo respeto por las instituciones.
TIH: Mmm... claro. ¿Cómo funciona el apoyo mutuo?
CFK: Ellos dicen que Malvinas son Argentinas y nosotros les hacemos unos guiños con lo de Georgia. Palabras, protocolo, un verso...
TIH: ¿Qué puede contarnos de la cultura de ese país?
CFK: Las mujeres usan muchos tapados, cosa que me gustó. Ni bien llegué ordené que le dieran en la nuca a un par de nutrias así me hacían un saquito que no desentonara.
TIH: Nicole Newmann se iba a poner en bolas para impedir matanzas como las que usted propicia...
CFK: Allá en Rusia no se pone en bolas ni Wanda Nara.
TIH: Dostoyevski, Tolstói, Gorki, Chéjov...
CFK: No los conozco... ¿Hacen pieles también?
TIH: Cuéntenos presidenta, ¿qué tal fue dialogar con el Primer Ministro, Putin?
CFK: Es jodido hablar con alguien de apellido Putin, se me piantaba una sonrisa cada tanto, pero lo supe llevar bien. La concertación político-económica con Rusia nos va a llevar hacia el fin del imperio yanqui.
TIH: ¿Con qué armas cuenta Argentina para enfrentar a la política estadounidense?
CFK: Con zapatos, como pasó en Irak con Bush. Yo cuento con un arsenal de zapatos, se puede decir que al fin superamos la era de las alpargatas, los de taco aguja van a lastimar bastante, acordate. Ya van a ver esos gringos.
TIH: ¿Y el encuentro con el presidente Medvéded?
CFK: Bien, es más piola que Putin, él mismo me sirvió una gaseosa Hache dos cero (SIC).
TIH: Más allá de la utilidad o no de su viaje, es indudable que usted cultiva las relaciones internacionales en mejor medida que su marido, quien había tenido un roce con Putin cuando era presidente.
CFK: No soy sólo una cara bonita, también hablo mejor.
TIH: Para cerrar, ¿alguna otra cosa, inadvertida por los medios, rescata de su visita a Rusia?
CFK: Me traje nieve para la navidad.
